En la actualidad es muy común llevarse una idea incompleta sobre las prácticas del pasado. Taamay nos ha dado la oportunidad de poder aprender no solamente del proceso de producción del café orgánico de Chiapas en México. Estos procesos son practicados desde los tiempos de los Mayas y nos sentimos afortunados de haber podido aprender de los productores.
Visitamos las cooperativas productoras de café de las comunidades tzotzil y tzotzil cerca de San Cristóbal de las Casas. Para llegar a estas, tuvimos que tomar un auto que en las ciudades servirá de taxi, pero aquí viaja más de un cliente por vehículo. El conductor no siempre habla español, por lo que tuvimos que buscar ayuda para traducir. Desafortunadamente estas comunidades no están bien conectadas con las ciudades principales.
Es impresionante ver los paisajes en el camino totalmente verdes y llenos de vida. Una vez llegando a la parte final del camino a la montaña se debe subir a pie, ya que solamente está el camino para que los camiones suban y bajen con el café.
Llegando a la plantación de café, se pueden ver los árboles de diferentes frutas como naranjas y plátanos que se plantan por cada uno de cafe. Esto no solo le da un sabor particular al café. El mismo ecosistema participa en el proceso de cultivo, ya que estos mismo árboles (solamente de la región) le dan alimento y hogar a algunas variedades de aves.
Hicimos todo el proceso con ellos además de la recolección. A la mitad de la jornada, bebimos el famoso “pozol” que es una mezcla de maíz con agua que te llena el estómago y te da energía para completar la jornada acompañado de una gran plática para recargar fuerzas y terminar la jornada.
México cuenta con una gran variedad cultural, lingüística y con paisajes los cuales crean el escenario perfecto mezclado con la calidez de los locales para darnos un producto de gran calidad e indudable sabor con un gran toque de historia.